Semana Santa o Pascua

La Semana Santa es la fecha más sagrada del cristianismo, es un tiempo de guarda espiritual y unión de las familias ya que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, y que según la tradición comienza con el domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección.
A lo largo del mundo existen celebraciones asociadas a la Semana Santa, algunas de ellas destacadas como la Semana Santa de Híjar España, con una antigüedad de cinco siglos y la Semana Santa en Valladolid ambas reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en Italia por ejemplo en Nápoles. Los habitantes de la ciudad son muy devotos y en los días de Pascua se respira el ambiente de fiesta y por supuesto Pasar la Semana Santa en Roma es vivir la Pascua en su mayor esplendor, entre los cuales el más espectacular es el Vía Crucis del Viernes Santo. Donde el papa Francisco está al frente de la procesión, o podrás asistir a la misa del domingo de Pascua en Plaza San Pedro, donde millares de personas se congregan para escuchan el sermón y la bendición Urbi et orbi.
En Venezuela también se celebra la semana santa en diferentes lugares y con sus tradiciones muy particulares donde hay representaciones del Vía Crucis, lavatorio de los pies, visita de los 7 Templos, adoración de El Nazareno, vigilia del Santo Sepulcro y bendición de las palmas. En la ciudad de Caracas está consolidada la tradición de Los Palmeros de Chacao, un contingente de personas que acuden en compañía del párroco de la localidad al Cerro El Ávila, Los Palmeros suben a recolectar las palmas durante semanas en un sector llamado Cueva de los Palmeros por la entrada de Sabas Nieves Y de allí son llevadas a las iglesias para ser bendecidas el domingo de ramos y distribuidas entre los creyentes, quienes las trenzan y trasforman en cruces que guardan en sus casas como muestra de fe.
En 1770 comenzó una epidemia, que cobro la vida de cientos de habitantes de la zona de Chacao. El párroco de la Iglesia de San José, padre José Antonio Mohedano, En una misa pidió a sus feligreses que mandaran a sus peones a subir la montaña y trajeran las palmas reales para el Domingo de Ramos. Estos escalaron el cerro entre plegarias y oraciones para que la enfermedad desapareciera. Tres días transcurrieron para que los trabajadores de las haciendas repartieran las hojas en las casas de las familias afectadas. Y Llegó el domingo de Ramos y milagrosamente todos los enfermos sanaron. Y es por esta razón que la tradición de traer las palmas del Ávila a trascendió de generación en generación.
Tristemente el Palmero Mayor, Pablo “Simón” Parra. Creador del juramento a los promeseros y nuevos palmeros y quien por más de 70 años participó en esta bella tradición, no está con nosotros
Estas tradiciones siguen cumpliéndose cada año por los fieles cristianos, en conmemoración la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo.