Expertos asoman métodos para la detección temprana de tsunamis
Licenciado en Comunicación social. Universidad Católica Santa Rosa. Locutor certificado…
Investigaciones lideradas por estadísticos y científicos espaciales de origen británico y japonés concluyeron que muchos sistemas de alerta de tsunami deducen las ondas de los terremotos, pero el nuevo método podría usarse para predecir los tsunamis entrantes con fuentes distintas a los terremotos, como deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas
Entre los fenómenos naturales más destructivos se encuentran los tsunamis. Su génesis se da por un desplazamiento de agua causado por un deslizamiento de tierra, un terremoto, cuando se produce la erupción de un volcán o un deslizamiento entre dos placas tectónicas. Lo cierto es que cuando estos ocurren dejan resultados fatídicos.
Las olas que se produce por tsunamis pueden aplastar todo a su paso. En alta mar avanzan tan velozmente como lo haría una aeronave, con velocidades de más de 800 kilómetros por horas en puntos profundos. Aunque la cercanía a la costa implica una merma en la velocidad de la ola, la energía del desplazamiento (que se reduce a entre 30 y 48 kilómetros por hora) se convierte en altura y fuerza.
La historia registra un momento fatídico para la madre patria. Diciembre llegaba a su fin. El 28 de ese mes, pero en 1908, Sicilia y Calabria, al sur de la nación, un terremoto causado por un deslizamiento de tierra submarino provocó un tsunami de magnitud 7,1. Al menos 123.000 fallecidos se registraron en Mesina. El fenómeno arrasó con todo. De acuerdo a Muy Interesante 91% de las estructuras sufrieron daños irreparables. Fue el terremoto más destructivo que azotó a Europa.
Tomando en cuenta lo anterior, cabría preguntarse cuán importante sería la detección temprana de estos fenómenos y cuánto podría esto incidir reducir al máximo las pérdidas humanas.
Un grupo de expertos de origen inglés y japonés determinó, tras una investigación, que las primeras olas que se producen con los tsunamis generalmente tienen pocos centímetros de altura. Los investigadores develaron a medios locales que estas causan una perturbación en la atmósfera superior de la Tierra, pues empujan el aire hacia arriba y ocasionan una onda acústica amplificada a medida que sube.
Los investigadores detallaron que esto se traducen en cambios significativos en la ionosfera, que implican la reducción de la densidad de electrones de la zona. Estas situaciones afectan las señales de radios que envían los satélites GPS a los receptores en la tierra, y en las que se puede retrasar, acelerar o hasta cambiar la dirección de la señal.
Basados en los resultados antes expuestos, los expertos idearon una manera para detectar esta baja en la densidad de las señales GPS. A partir de ahí corroboraron que, por ejemplo, si esto hubiese sido público cuando el terremoto y tsunami de Tohoku-Oki en 2011 se pudo haber advertido minutos antes de que la primera gran ola impactase en la costa de la nación.
Prensa Latina destaca que los investigadores descubrieron que se podría haber emitido una advertencia utilizando datos de solo el 5% de los mil 200 receptores de ese tipo en Japón. Es decir, que el método será útil en países con una red GPS más escasa que la de ese territorio.
Las técnicas que usaron para obtener este resultado, rememorar la depresión de la densidad electrónica en la atmósfera con datos emanados desde el GPS con los que lograron cuantificar la incertidumbre inherente al modelado.
Concluyeron que muchos sistemas de alerta de tsunami deducen las ondas de los terremotos, pero el nuevo método podría usarse para predecir los tsunamis entrantes con fuentes distintas a los terremotos, como deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas.