Aaron Olmos: Para diluir la inflación Venezuela debe huir de las importaciones y mejorar políticas en 2023

Licenciado en Comunicación social. Universidad Católica Santa Rosa. Locutor certificado…
El 2023 se proyecta como un año difícil en materia económica. Si bien es cierto desde el Gobierno de Venezuela se han asomado algunas medidas que apuestan a la mejora de la crisis, falta mucho por hacer.
Así lo aseguró a La Nuova Piazza Italia el economista Aarón Olmos, quien aseveró que hace falta más organización y planificación para poder dar estabilidad a la economía del país caribeño.
«El 2023 se proyecta como un año muy retador porque tenemos una inflación alta, no se ha hecho nada para activar el aparato productivo en términos reales, seguimos dependiendo del dólar y las importaciones, lo que lesiona cualquier posibilidad real de crecimiento», dijo el también profesor de postgrado del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA)
Para Olmos, es menester que se asuma un programa de estructuración económica en el que se ponga como centro la producción nacional, se privilegie a los privados y haya menos presión fiscal. Estas medidas, asevera, redundarán en una mejora del valor intrínseco de la moneda.
Mejoras registradas
El economista especialista en Finanzas de Empresas Aarón Olmos reconoció que en los primeros trimestres de este año Venezuela reporte crecimiento económico, comparado con los resultados de ese mismo período en 2021 y 2020.
Las cifras de los primeros meses, a su juicio, fueron resultado del efecto que tuvo la invasión militar de Rusia a Ucrania en los precios del petróleo; que se tradujo en una subida del costo del crudo venezolano y una leve, «pero importante», incremento en producción nacional.
Lo anterior, comentó Olmos, dio al país una mayor cantidad de ingresos y una mayor recaudación interna, que generó mayor cantidad de dinero en bolívares para poder orientar al gasto. Agregó que en el último año desde el Ejecutivo se ejecutó una política de intervención cambiaria que fue eficiencia, pero que ahora se queda corta porque el valor del dólar sube radicalmente y ya no hay cantidad de divisas suficientes para calmar la apetencia de las personas.
«Si bien hay recuperación, hay inflación, pérdida de valor de la moneda, insuficiencia de salario. Hay una mayor demanda de divisas en el mercado interno. Más allá de las posturas que ha asumido el Ejecutivo, no necesariamente se ha corregido del todo», añadió.
Explicó que Venezuela sigue en un proceso particular de búsqueda de mecanismos que le permitan acelerar su capacidad productiva, ya que, a pesar de que ha habido una leve recuperación, se mantiene la dependencia de las importaciones, lo que evidencia que no se ha hecho todo al 100% bien.
En referencia al poder adquisitivo y de compra de las personas, recordó que el aumento en bolívares anunciado en marzo y que equivalía a $30 en la actualidad representa solo $10.
«El poder de compra no se ha recuperado. Hay que prestarle atención a esto porque se demanda una mayor cantidad de divisas para ir al mercado», enfatizó.
